domingo, 29 de noviembre de 2009


No entiendo porque a veces me es tan difícil poder decir lo que siento, es algo muy extraño e ilógico, “tienes a la persona que mas quieres en frente de ti, la ves a los ojos oyes como te pregunta algo y tu te quedas sin habla, finges estar pensando cuando en realidad te bloqueas, le das vueltas al asunto y al final no dijiste nada” exactamente eso es lo que me pasa.
En este mundo, en este tiempo, en este momento y para mi hay una persona muy especial.
Una persona que a lo largo del tiempo he podido conocer, admirar, confiar pero sobretodo he podido querer y me a trevo a decir que e llegado a amar tal vez pienses que es ilógico y tonto pero “hay razones del corazón que la razón no conoce” y si!! me enamoré de esa persona.
No se, fue raro, desde que la conocí me pude dar cuenta que era diferente a las demás. Es atento
atenta y muy linda raro en una niña de hoy en día creeme!!
Pero el tiempo pasó y al principio sentí que sería algo pasajero, pero después comencé a tratarla y me enamoré mas, hasta llegar a un punto en el que mis amigos decían que estaba loco y que había llegado a la obsesión aunque yo digo que no.
Después llegamos a ser buenos amigos, pero como en toda amistad siempre hay problemas en los cuales los dos queríamos tener la razón, sin embargo eso pasó, los dos hablamos y poco a poco los fuimos superando y creo que ahora seguimos siendo buenos amigos.
Después creo que comencé a cometer ciertos errores.
Lo que decía no concordaba con lo que hacía y siento que hubo un poco de confusión en élla, intenté explicarle de mil maneras pero como siempre nunca me creyó, ya que lo que decía no era lo que demostraba.
Ahora intento que me entienda por medio de una carta y… no le pido que me quiera de la manera en la que yo la quiero.
Solo quiero que sepa que la veo porque no puedo evitar verla. Que a veces cuando hablo con ella siento como si mi corazón se saliera de control y que cuando se enoja conmigo me siento muy mal.
Me duele saber que la persona a la que mas quiero me detesta, también me duele saber que no me crea que la quiero demasiado, y sabes, no quiero frustrarme porque nunca fui capaz de decirle lo que sentía.
Una vez tu me dijiste: “es mejor decirlo en el momento en que lo siente porque después ya no tiene caso” y es lo que estoy haciendo, tal vez decírselo no cambie nada pero mínimo no viviré con el que “hubiera” pasado si se lo hubiera dicho, ahora… quieres saber quien es esa persona… creo que esta demás decírtelo no? Pero esta bien te lo diré… eres tu!!
Cerraste los ojos y te hundiste en el más ínfimo de los sueños. Por tu rostro estabas soñando algo muy bello o simplemente eres así de perfecto.
Tu cabeza apoyada en mi regazo y una mano sobre mi mano. Tus cabellos algo revueltos, como de costumbre. Tu piel tibia. Así se veía tu exterior,
una figura deseable, querible, amiga, semejante a un ángel. Cualquier persona que te viera en tal estado de pulcritud y simpleza se interesaría en vos.
Verte ahí me hizo recordar todo lo que vivimos juntos, las andanzas, los desengaños, las peleas, absolutamente todo. Las imágenes inundaron mi mente.
Tan presente en mi vida como imborrable en mi corazón. Decidí entonces analizarte interiormente, poder descifrar qué se ocultaba detrás de ese rostro falso
que tenemos todos, que nos impide mostrarnos tal cual somos. Ahí te traté de encontrar. Analicé cada aspecto de tu persona y llegue a una conclusión,
vos sos una excepción. Te mostrás tal como sos, no tenés el común y absurdo miedo de esconder tu verdadera identidad.
Eso es lo que me incitó a seguir husmeando en tus adentros. Otra vez forcé mis ojos para comprender lo que ven los tuyos. Por más esfuerzo que hice,
simplemente me choqué con tu realidad, solo con vos, como te conocí siempre. Era tan bella nuestra imagen que hubiera deseado retratarla pero sin alegarme
de tu lado. Comprendí que no quería distanciarme ni de tu cuerpo ni de tu alma, que deseaba con todo lo que comprendía a mi persona estar con vos el resto
de mi vida. Quería que jamás se acabe esa sensación, ese rose de pieles, esos aromas, esa imagen, ese sonido de silencio que decía tanto.
Todos mis sentidos estaban trabajando menos uno. Faltaba el gusto. Quería tener un recuerdo que satisficiera todos mis sentidos y sin probar tus labios
eso no ocurriría. Me acerqué casi sin pensarlo, salteando el obstáculo de nuestra amistad, no me contuve.
Sentía tu respiración tan cerca que parecía junto a la mía una sola. Cerré mis ojos y repose mis labios sobre los tuyos.
Era la eternidad, la lujuria, el momento perfecto. Todos mis sentidos en funcionamiento, inmortalizando el mejor momento de mi vida.
Ahí te conocí, eras
el amor de mi vida.
El: ¿Estas Feliz?
Ella: Claro.
El : ¿No prefieres haberte casado con otro hombre?, ¿Con un Noble?
Ella: Quiero un esposo que me amé, piense en mi al amanecer y antes de caer el sol.
El: Entonces ese hombre soy yo.