martes, 15 de noviembre de 2011

El arte de ser Mamá!


Si bien el embarazo y el nacimiento de un bebé son acontecimientos por si mismos hermosos, es verdaderamente un cambio radical en la vida de UNA, el ritmo de vida al que estábamos acostumbradas tendrá sus ajustes, sacrificando horas de sueño, diversión y descanso, etc.
Dicen por ahí que nadie nace sabiendo, y aprender a ser mamá es especialmente difícil, pues un día de repente nos despertamos teniendo en nuestras manos la vida, formación y educación de otro ser humano, una personita que depende totalmente de nosotros, depositario de toda nuestra ternura, amor y dedicación.
Ser mamá es un trabajo tremendamente reconfortante, la primera vez que sientes el calor de tu hijito en los brazos es maravilloso, te sientes feliz, plena, optimista y motivada para ser la mejor persona y mamá del mundo y darle a ese regalito de vida lo mejor de ti, pero al llegar a casa, una vez que los familiares y amigos se han ido y el cansancio llega surgen miles de dudas, miedos, preocupaciones, y en ocasiones una tremenda angustia por la responsabilidad que ahora se tiene en las manos, no sabes como bañarlo, darle el pecho, dormirlo, cambiarlo, cargarlo, estimularlo, etc. Es lógico que sintamos inseguridad o que nos veamos desbordadas, en un principio, ante las exigencias de nuestra nueva situación.
En el Arte de ser Mamá, tal vez nunca llegaremos a ser madres perfectas, pero a base de amor y paciencia buscaremos las herramientas que nos ayuden a cuidar lo mejor posible a nuestros Bebés, el motor de nuestra vidas.
Poder disfrutar plenamente a un hijo es una de las mayores felicidades que la vida nos puede dar.
Tener un hijo nos dá otra perspectiva de la vida, y yo he adaptado mi vida a esa perspectiva, solo se trata de eso, de adaptarnos, a la maternidad o a cualquier otra circunstancia.
Esto se llama madurar, así nos vamos adaptando. Tener un hijo es algo muy serio, educarlos es algo muy serio, alimentarlos es algo muy serio. Amamantar a un hijo a demanda... es lo mejor del mundo y no por ello dejamos nuestra vida y libertad en el camino... seguimos siendo personas, mujeres, madres.... libres y realizadas. Además nos empeñamos en la igualdad, en el cambio de roles ..
Estamos en el camino de la maternidad y aprendemos cada vez que damos un paso con decisión.
Como dice el poeta: "se hace camino al andar"...

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